¿SUFRIMOS INNECESARIAMENTE?
Si nos detuvieramos un minuto a analizar el modo en que pensamos, podríamos descubrir no sólo la razón por la cual muchas veces nos sentimos mal sino también el motivo de nuestros sufrimientos más frecuentes. La verdad es que es el pensamiento el responsable directo de los sentimientos —siento según pienso—, de manera que si por alguna razón alguien llega a tener un pensamiento exagerado cargado de pesimismo o malicia, podemos afirmar con seguridad que a esto seguirá una emoción intensa, generalmente negativa.
Al conversar con mis amigos, al leer lo que dicen en mi grupo de chat, al ver las noticias e incluso al enfrentar una discusión con mi esposo, he podido constatar que la mayoría de personas creemos que pensamos correctamente y que analizamos la información que nos llega de un modo racional y certero y por tanto estamos seguros de que nuestras conclusiones son válidas y que no hay más verdad que la que decimos.
Así, cotidianamente vienen a nuestra mente pensamientos que nos manipulan como si fuéramos muñecos de trapo, haciéndonos actuar según el drama que sentimos, y ¿qué tal si estos pensamientos que vienen a nuestra mente de forma automática ante un suceso o estímulo son errados?, y están cargados de desaire, amargura, rabia, tamizados por nuestros filtros mentales, creencias limitantes, experiencias pasadas, egoísmo irracional, celos enfermizos, patrones de crianza destructivos y repetitivos. Si esto fuera así; si con estos anteojos vemos la vida y todo lo que viene a nosotros lo procesamos de esta forma; ¡razón tendríamos en sufrir!.
La psicología cognitiva que estudia los procesos de pensamiento, por el contrario, nos dice que en muchas ocasiones los humanos procesan la información de un modo erróneo y tendencioso; las distorsiones cognitivas son interpretaciones erróneas de la realidad que llevan a percibir el mundo de manera poco objetiva.
Mucho del sufrimiento que padecen las personas es debido a sus pensamientos y como interpreta las situaciones de la vida, por tanto, es importante pensar en la validez de estos pensamientos ya que podríamos estar sufriendo por causas irreales.
Es importante tomar conciencia de nuestros pensamientos, emociones, palabras y actos, porque al hacerlo -nos damos cuenta-. Estamos acostumbrados a responsabilizar a las circunstancias, o a las personas de la forma en que nos sentimos; lo hacemos porque no sabemos que solo nosotros mismos podemos decidir cómo sentirnos o como actuar sin importar la situación.
Lo que llamamos problemas; no lo son, porque simplemente observándolos desde otro punto de vista, dejan de serlo o se minimizan, es únicamente nuestra verdad de la situación, que a su vez es el producto de lo que pensamos y sentimos; pero si lo sometemos a la opinión de otros notamos que no todas las personas lo vemos por los mismos ojos.
El pensamiento “Juan no me ha escrito, la gente siempre se olvida de mí” sin conocer el contexto me dice que es una sobregeneralización. Cuántas veces caemos en este juego una y otra vez al juzgar un hecho o una situación en la cual estamos nosotros involucrados y nos ponemos de mártires creyendo que somos el centro del universo; el culpable es Juan porque no me escribe y la gente que siempre se olvida de mí.
Si vemos el hecho objetivamente y tenemos más información al respecto descubriremos que sufrimos innecesariamente al saber que Juan simplemente no te ha escrito en la última semana, la cual es la excepción en los últimos dos años; ya que planea hacerte una visita el próximo fin de semana y pretende que sea una sorpresa. Entonces fue necesario ese sufrimiento ocasionado por ese pensamiento sobregeneralizado… que pasa entonces con el exceso “la gente siempre se olvida de mí” ¿es real? o simplemente un proceso erróneo de mi mente.
Entonces podríamos ser más felices aprendiendo a reconocer y cambiar nuestros pensamientos, que a menudo se expresan en términos “tendría que”, “debería”; son mensajes breves específicos, tienden a ser dramáticos y catastróficos, difíciles de desvanecer y son aprendidos. Pues quedas invitado a cuestionar la validez de aquellos pensamientos que desembocan en hacerte sentir mal y sustituirlos por pensamientos alternativos y realistas que te lleven a sentir emociones más positivas, que favorezcan conductas que te permitan vivir tranquilo, en armonía, debes estar atento y detenerte unos minutos.
Tu vida está en tus manos no importa que haces ahora ni lo que hayas hecho anteriormente, puedes empezar a elegir conscientemente tus pensamientos de esta forma cambiaras tu vida, ya que al ser consciente de tus pensamientos, emociones, palabras, sentimientos y reconocer que los generó puedes empezar a ver como tu mismo creas tu propia y agradable realidad.
El secreto está en pensar apropiadamente, es el inicio de la vida real que te mereces, vas a notar que al estar dispuesto a pensar positivo seras una mejor persona, la vida te abrirá nuevas oportunidades y cada día será una prueba que las personas proyectan sobre nosotros quiénes somos en realidad, te sorprenderás al descubrir quien eres en verdad, un ser maravilloso que merece toda la felicidad del mundo, y por este camino cumpliendo el propósito por el cual existes.
